Ver la posibilidad

Volviendo de casa de mis suegros, paro en un “semáforo largo”. De ésos en los que siempre hay malabaristas en el mejor de los casos y vendedores de fundas para celular en el peor. Esta vez me sorprendí. Había un bajista tocando blues…

Enseguida busqué algo para darle, por la originalidad de la idea de ofrecer algo diferente para pedir plata. Me vi a mi misma como “dadora”, como “recompensadora” de alguien que estaba poniéndole onda.

Pero ni bien pasaron esos escasos 45 segundos, se puso el semáforo en verde, y salí disparando con el auto, como es mi costumbre. Una cuadra después, pensé: “¿Por qué no lo vi como posibilidad?”

 

Pensar en la otra persona como posibilidad de hacer algo en común. ¿Por qué no preguntarle si daba clases de bajo, pedirle el teléfono?

Y me pregunté más: ¿Cuántas oportunidades de valorar situaciones o personas de otra manera me estoy perdiendo? O más simple: ¿Cuántas oportunidades me estoy perdiendo todos los días? Porque las oportunidades, creo yo, no llegan a los más afortunados, sino a quienes saben mirar a su alrededor y verlas.

27174095-vintage-looking-green-light-on-a-traffic-light-or-semaphoreTengo un filtro delante de mis ojos, por el cual la realidad pasa. Nunca veré “la realidad tal cual es”, porque siempre veré “la realidad tal cual soy”. Y ese filtro está compuesto por las cosas que me interesan, las que me llaman la atención, las que me emocionan, etc.

Cuando estaba embarazada veía cochecitos y ropita de bebé y panzas por todos lados. Cuando estaba por comprarme una moto, veía el modelo que me gustaba casi en cada calle. Y así con cualquier cosa que me interese: una oportunidad laboral o de negocios, buscar pareja, tener un perro, cambiar de casa, etc. Pero no es inamovible; lo puedo construir y moldear según lo que desee.

Es decir que si, por ejemplo, me interesa aprender a tocar el bajo, lo que tengo que hacer es agudizar la manera en que percibo mi entorno. Enfocarme en las cosas que me rodean y ver recursos donde antes no los veía: para este caso, ver profesores y profesoras de bajo, libros para aprender, videos en internet, etc.

Naturalmente nuestros filtros se amoldan, eso sucede sin que nos demos cuenta. El truco está en agudizarlos para ver un poquito más allá. Y ese poquito más allá, diría inevitablemente, nos llevará a acercarnos a otras personas y ver en ellas la posibilidad.

A través de la posibilidad que veo en los demás, puedo desarrollarme con otras personas, en interacción y con un enriquecimiento mutuo. No como una parte “dadora” y una “receptora”, sino un intercambio que fluya.

Todos pueden ser posibilidad para mí, y, al mismo tiempo, yo puedo ser la posibilidad para otra persona.

¿Y qué tal vos? ¿Ves la posibilidad?
Palabras clave: posibilidad, filtros, oportunidad

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